Práctica 11. Educación 2030. Obligatoria

 



Hola Raquel:

No sabes cuánto desearía ser portadora de buenas noticias e informarte que en el futuro, más concretamente, en el año 2030, habrán desaparecido muchos de los problemas que tiene la educación española actual. Nada más lejos de la realidad, lamentablemente. Podría mentirte, sin embargo, no creas que no lo he pensado, pues no lo comprobarás hasta que llegues a esa fecha, en la cual tú, o sea, mi “yo” pasado, ya serás mi “yo” presente… Pero bueno, tampoco quiero que mi tono discursivo imprima pesimismo en tu ánimo, no quiero provocar en ti tristeza, pues algo se ha avanzado, he de reconocerlo. La tecnología, por ejemplo, ha seguido avanzando a pasos agigantados. ¡No me creerías si te contase los avances tan espectaculares en tan pocos años! Pero no te lo voy a contar, quiero que lo descubras por ti misma…

Déjame que me centre ahora en ti, bueno, mejor dicho, en nosotras. Sé que está resultando un máster muy intenso, principalmente para para nosotras… El trabajo, la familia, la edad (que ya no somos unas jovenzuelas y la energía no es la misma)… Hemos tenido que hacer malabares para cuadrar horarios, trabajar y asistir -virtualmente- a clases, realizar cientos de trabajos a las tantas de la noche o bien de madrugada, o sacrificar el tiempo libre de los fines de semana… Por ello, por todo lo que has luchado, quiero que no decaigas, que sigas adelante… El cambio de rumbo laboral no va a ser fácil, no te quiero mentir, pero tengo que confesarte que vale la pena, te lo aseguro. Ahora el cansancio y la incertidumbre no te ayudan a proyectar tu sueño, pero no tires la toalla. Si es preciso, párate y descansa, para tomar fuerzas y volver a proyectar con ilusión tu futuro, tu “yo” como profesora te espera a la vuelta de la esquina. Y recuerda, cuando las fuerzas te fallen:

 

No te rindas, aún estás a tiempo

de abrazar la vida y comenzar de nuevo,

aceptar tu sombra, enterrar tus muertos,

liberar el lastre y retomar el vuelo.

No te rindas, que la vida es eso,

continuar el viaje, perseguir tus sueños,

abrir las esclusas, destrabar el tiempo,

correr los escombros y destapar el cielo

No te rindas, por favor no cedas

aunque el frio queme, aunque el miedo muerda,

aunque el sol se ponga y se acalle el viento,

aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tu seno.

Autor anónimo


Comentarios

  1. Buen relato. Pero el poema... Es un fake.

    ResponderEliminar
  2. Se le atribuyó a Benedetti, pero no se sabe realmente quién lo escribió, ¿no?

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¿Dónde encontrar a María Zambrano? Las mujeres en la Cervantes Virtual

PRÁCTICA 11 (obligatoria). La educación en 2030.

Práctica 8. Un acercamiento a «Cartas de Invierno» de Agustín Fernández Paz