Práctica 7 (obligatoria): los juegos en el aula
¿Cómo hacer atractiva y amena la asignatura de Lengua Castellana y Literatura? Esta es la eterna pregunta que nos hacemos muchos docentes. Una de las formas más útiles para conseguir amenizar nuestras clases, a la vez que nuestro alumnado aprende, es a través de juegos literarios y lingüísticos. Unos más tradicionales, otros más modernos e innovadores, lo cierto es que son una herramienta fundamental que se prueba muy efectiva.
Yo me he decantado por el conocido juego del Tabú. Esta fue una de las actividades que realicé durante mi estancia en Alemania con el alumnado de español en la Klasse 10 (equivalente aquí a 4º de ESO). El objetivo de este juego lingüístico es practicar y aprender vocabulario nuevo, así como aprender y/o repasar léxico y semántica. Los materiales necesarios son muy sencillos de elaborar. Necesitaremos folios o cartulinas, bolis, rotuladores, etc., si queremos elaborar a mano las cartas que lo componen. También podremos recurrir a plantillas gratuitas online como las que comparte en Slideshare María Laura Cabezón.
Una vez hayamos seleccionado un tema (por ejemplo, la Navidad) podremos comenzar a diseñar las cartas. Cada una tendrá dos celdas: la de arriba, más estrecha, en la que escribiremos la palabra que hay que adivinar, y la de abajo, más ancha, en la que escribiremos palabras que nos puedan servir para adivinar la de arriba (ya sean sinónimos, palabras pertenecientes al mismo campo semántico, etc.). Yo utilicé con mis alumnos las tarjetas de Profe de español para conocer una pequeña parte del vocabulario típico de la Navidad.


La puesta en práctica en el aula consistiría en agrupar a los discentes por parejas y repartirle a cada una varias cartas. Mientras el alumno A (el que tiene la carta) va diciendo progresivamente las palabras de abajo, el alumno B (el que adivina) las escucha y responde con la palabra que crea correcta. Después se intercambian los papeles. Además, si tras leer todas las opciones, el alumno B no la ha adivinado, el A puede añadir otras palabras o características que se le ocurran.
Aunque este clásico estaba pensado en este caso para el aula de ELE, realmente puede servirnos para repasar cualquier contenido de la asignatura, ya sea lingüístico o literario, pues podemos adaptar la temática de las cartas según necesidad. Para la parte de literatura podríamos, por ejemplo, hacer cartas de autores y autoras con las características del movimiento al que pertenecen o pequeñas citas.
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