Práctica 8 (voluntaria): Redes sociales de lectura

Hasta ahora no había utilizado ninguna red social de lectura. Conocí Goodreads por una amiga hace ya varios años y, aunque llamó mucho mi atención, nunca llegué a abrirme una cuenta. Ahora que he tenido que investigar un poco más, he podido comprobar las amplias posibilidades didácticas que nos ofrecen este tipo de plataformas. Como me he venido arriba abriéndome cuenta en Goodreads, Lecturalia y Leoteca, comentaré brevemente algunas de sus características y mis impresiones en una primera toma de contacto con ellas.

La red de lectura Goodreads me ha parecido ya de entrada muy completa. Toda ella está en inglés, algo que, como estudiante de idiomas, encuentro muy positivo, ya que nos permite estar en contacto directo con contenidos que puedan ser de nuestro interés, a la vez que repasamos el idioma, lo cual nunca viene mal.

Leoteca es una red social de literatura infantil y juvenil y, como bien sabemos a estas alturas, estar a la última en contenidos LIJ es fundamental para nosotros como futuros docentes. Esta plataforma nos permite registrarnos como niños, adultos y también como docentes, por lo que se adapta a cada uno de los perfiles. Además, no puedo evitar señalar que el diseño de la web y de sus contenidos es una auténtica monada.

Lecturalia nos ofrece también muchas posibilidades, esta vez en español. Puesto que en el perfil del libro que voy a reseñar —La maldición del maestro de Laura Gallego— no aparece por el momento ninguna reseña, me he decidido a publicar en ella una pequeña parte de la que realicé para la asignatura de La formación del lector literario. Aquí abajo os adjunto la reseña completa y, en estos enlaces de Lecturalia (soy 22Lauru, como en Twitter) y Goodreads, una adaptación muy reducida. 

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La escritora valenciana Laura Gallego García (Quart de Poblet, 1977) es probablemente una de las narradoras españolas más prolíficas dentro del universo de la fantasía y de la literatura infantil y juvenil. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Valencia y doctora en Filología española, quiso, en un principio, dedicarse a la docencia, pero desde bien temprano —desde los once años—, su pasión por la escritura de historias fantásticas fue conduciéndola por otros caminos (Valcárcel, 2019: 2). Su primera novela, Finis Mundi, la convierte en ganadora del Premio Barco de Vapor en 1998 (Muñiz, 2008). A sus 21 años, Laura Gallego puso en marcha el gran mecanismo literario que, no en vano, la ha posicionado como una de las autoras más reconocidas de nuestro país.

Si realizamos un breve recorrido por su obra, no nos sorprenderá encontrar sagas o series de aventuras fantásticas. Entre ellas, una de las más exitosas es —junto con Memorias de Idhún— Crónicas de la Torre. Esta trilogía la conforman El valle de los lobos (2000), La maldición del maestro (2001) y La llamada de los muertos (2003) (Valcárcel, 2019: 5). Fenris, el elfo (2004), novela a menudo incluida en este lote, es el antecedente o precuela de la trilogía (Laura Gallego, s.f.). El objeto de esta reseña se centra en su segunda obra, La maldición del maestro.

Como consecuencia de la rebelión de Dana y Fenris contra el Maestro, pesa sobre la Torre una terrible maldición, la cual no solo les afecta a ellos, sino también a los jóvenes aprendices que viven y estudian en la Escuela de Alta Hechicería. La llegada a la Torre de la archimaga elfa Shi-Mae y de Nawin, su protegida, junto con la repentina desaparición de Dana, son los detonantes de la acción llevada a cabo por los nuevos aspirantes a magos, quienes irán descubriendo poco a poco la verdad, y tratarán de rescatar a su maestra del terrible destino al que ha sido conducida por la maldad de un hombre cuyo afán de poder y venganza no tienen límites. Descubrimos parte del pasado de Fenris, que se unirá a los jóvenes una vez que han empezado a mover los hilos. Intrigas, traición, magia y amistad son los principales ingredientes de una historia en la que el amor, «sentimiento que no conoce las fronteras de la vida y la muerte» (Gallego, 2007: 160), gana a pesar de todo.

La edición manejada es la decimotercera, publicada en abril de 2007 por la editorial SM. Ya solo con fijarnos en el número de ediciones, podemos hacernos una idea del éxito del que ha gozado y del que, hoy en día, goza toda la saga. Además de la evidente mención a la autora, merece la pena abrir un pequeño comentario sobre el ilustrador de la presente edición y los diseñadores de la colección completa. El primero, José Luis Navarro (Madrid, 1968), especializado en literatura infantil y juvenil, se dedica a la ilustración desde 1988. Entre sus clientes destacan algunos de los grupos editoriales más potentes de nuestro país: Grupo SM, Santillana, Edelvives o Anaya, entre otros (Navarro, 2020).

Alfonso Ruano (Toledo, 1949) y Pablo Núñez (Madrid, 1963), ambos ilustradores, cuyos trabajos también se centran en la literatura destinada a los más jóvenes, son los diseñadores de la colección completa. Si bien no aparecen en esta edición ilustraciones dentro del cuerpo del texto, cabe destacar el diseño de portada diseñado por Navarro, compuesto por tres figuras: Dana, la protagonista de la trilogía, de espaldas, melena al viento y luciendo su túnica blanca y, delante de ella, dos dragones, dorado y plateado, luchando con fiereza. Este elemento paratextual —que parece salirse del propio plano del libro, en un intento quizá de acercar al mundo real un mundo irreal y fantástico—, ya nos anticipa una de las escenas clave de la obra.

Si es cierto eso de que segundas partes nunca fueron buenas, la segunda novela de la trilogía Crónicas de la Torre, sería la excepción. Sus sucesivas inverosimilitudes no parecen importarnos, pues estas se explican por la gracia de un único elemento: la magia. Asumimos que el sinsentido y lo inexplicable forman parte de ella y son, en definitiva, motor que da vida al relato. Hemos entrado en el juego.

La crítica general que hago de la obra es positiva, pues su lectura —por su estilo rápido y su lenguaje asequible adaptado a los lectores jóvenes y carente de grandes artificios— es ágil y amena. Todo ello no está reñido con la calidad literaria del texto, pues creo que se aprecia claramente una voluntad de estilo por parte de la autora, que estaría encaminada a esa consecución de lo literario, a crear belleza estética: «Alzó la barbilla con valentía en medio de la lluvia de hortalizas e insultos. Su pelo, rojo como el fuego, iluminado por el sol naciente, parecía una ardiente corona en torno a su semblante pálido, que, sin embargo, mostraba una mueca de desprecio» (Gallego, 2007: 8).

La obra provee a los lectores, de este modo, de herramientas útiles con las que enriquecer su competencia literaria y comunicativa, a la par que disfrutan sumergiéndose en su lectura y sintiéndose atrapados en el mundo mágico que Laura Gallego construye. En cuanto a la estructura, me parece muy acertado que se marque la separación entre las distintas escenas por medio de pequeños dibujos en forma de sol, pues, de este modo, el paso de unas a otras queda más claro para los discentes. Además, se crea una suerte de visión cinematográfica muy atrayente, que facilita la situación de los lectores en el relato y su recorrido a través de este.

La única crítica negativa que señalar es a la edición, más que a la obra en sí. Esta, la decimotercera, presenta algunos errores ortotipográficos y un tamaño de la letra más reducido con respecto a la decimosegunda edición de El valle de los lobos (2013), la cual me pareció más amable para la lectura.

Si bien podemos considerar que las obras de Laura Gallego están dirigidas a un público principalmente juvenil (o infantil en algunos casos) por presentar características propias de la LIJ como son la presencia de personajes adolescentes o adultos jóvenes, la temática amorosa y el propio género fantástico, por citar algunas, los libros de Laura Gallego «han llegado a alcanzar un nivel de madurez que las eleva por encima de ese nicho de público y las hace dignas de atención por todos los aficionados al género» (Muñíz, 2008).

Resulta complejo concretar solo un nivel educativo apropiado para leer la obra, pues podría ser, realmente, una buena propuesta para cualquiera de los cuatro cursos de la ESO. En los dos primeros niveles creo que sería bien recibida porque los alumnos, al ser más niños, quizá vean la literatura fantástica con ojos menos críticos que los alumnos de 3º y 4º de ESO, que empiezan a interesarse por otros temas de tipo más realista y más cercanos a esas edades. En cualquier caso, el género fantástico suele tener siempre buena acogida en todos los rangos de edad, por lo que podría plantearse como lectura en cualquier curso de la ESO. De hecho, se me ocurre que la trilogía completa podría incluirse como lectura voluntaria a lo largo de un curso académico para animar a los alumnos a continuar leyendo lo que han comenzado en, por ejemplo, el primer trimestre de 2º de ESO.

Para concluir, la elaboración de una reseña de estas características nos permite, por un lado, reconocer el aprendizaje que nosotros mismos hemos adquirido como lectores y, por otro, evaluar con criterio las obras que, como docentes, podríamos considerar incluir en el currículum escolar. En este sentido, considero que puede sernos de gran utilidad para decidirnos a elegir o desechar una lectura, tras haberla analizado y comentado con detenimiento. En este caso, la calidad literaria de la novela de Laura Gallego, el gran interés y la buena acogida que esta —y otras obras suyas— suelen tener entre los más jóvenes hacen de esta una elección adecuada para lectura en el aula.



Bibliografía

Gallego, L. (2007). Crónicas de la Torre II. La maldición del Maestro. Ediciones SM.

Gallego, L. (2013). Crónicas de la Torre I. El valle de los lobos. Ediciones SM.

Laura Gallego (s.f.). Fenris, el elfo. La verdadera historia de uno de los personajes más carismáticos de la saga. https://www.lauragallego.com/libros/cronicas-de-la-torre-fenris-el-elfo/

Muñiz, M. (28 de abril de 2008). Literatura fantástica en castellano (III). Laura Gallego García: rompiendo tópicos. Centro Virtual Cervantes.

Navarro, J. L. (2020). José Luis Navarro. Blogspot. http://ilustranavarro.blogspot.com/

SM. (s.f.). Alfonso Ruano. Prolífico ilustrador español de libros infantiles.

SM. (s.f.). Pablo Núñez. Diseñador gráfico e ilustrador de libros infantiles.

Valcárcel, S. (2019). Laura Gallego García. Platero Revista de Literatura Infantil - Juvenil, Animación a la Lectura y Bibliotecas Escolares, 219, 2-6. https://dialnet.unirioja.es/ejemplar/531604

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